Es increíblemente difícil para los nuevos padres escuchar que su bebé puede tener un defecto de nacimiento. Y es igualmente angustioso para los médicos que tienen que entregar esa noticia. Los defectos de nacimiento afectan a uno de cada 33 bebés nacidos en los Estados Unidos cada año y son la principal causa de muerte infantil. La capacidad de detectar estas complicaciones en forma temprana es fundamental para mejorar los resultados del paciente.  
A lo largo de los años, hemos sido testigos de increíbles avances en la ecografía OB-GYN, desde imágenes en blanco y negro en 2D a 3D e incluso 4D, lo que permite a los médicos controlar al feto con una claridad sorprendente en las tres dimensiones y en el tiempo. Sin embargo, estos exámenes siguen siendo algunos de los más complejos y lentos. A medida que la sonda de ultrasonido pasa sobre el vientre de una mujer, el médico a menudo juega un juego de captura: trata de imaginar a un pequeño feto que se está moviendo y desarrollando en tiempo real.
Hoy en día, la Inteligencia Artificial  está ayudando a enfrentar este desafío, permitiendo a los médicos ver más y hacer más, en una etapa más temprana, para mejorar los resultados de los pacientes. 
Al consumir, procesar y analizar grandes volúmenes de datos a una velocidad extremadamente alta, las soluciones basadas en AI pueden traducir estos datos en información útil que ayude a mejorar la eficiencia del proveedor, aumentar la precisión del diagnóstico y personalizar el tratamiento. Para las pacientes, en este caso las futuras mamás, estas máquinas inteligentes podrían significar tiempos de exámenes más cortos y diagnósticos más confiables entregados rápidamente para agilizar la atención al paciente de calidad.
Tomemos, por ejemplo, el cerebro fetal. De los miles de bebés que nacen en todo el mundo cada día, un pequeño porcentaje nacerá con un defecto cerebral congénito.
Ciertos defectos son increíblemente raros. La agenesia del cuerpo calloso, por ejemplo, es una condición en la cual la banda de materia blanca que conecta los dos hemisferios en el cerebro, no se desarrolla normalmente. Que afecta a entre 30 y 70 embarazos por cada 10.000 en los Estados Unidos y es a menudo difícil de detectar y diagnosticar. Y, sin embargo, la detección temprana es crucial para ayudar a asegurar un resultado positivo.
En un examen estándar, toma varios minutos identificar los planos requeridos en el cerebro, lo que requiere una cantidad decente de entrenamiento y trabajo manual. Además de esto, la evaluación de un ecografista puede diferir de la de otro, lo que podría llevar a un diagnóstico perdido o retrasado.
Con la IA, los usuarios simplemente necesitarán encontrar un punto de partida en el cerebro fetal, y el sistema identificará automáticamente los planos estándar del cerebro y tomará las medidas necesarias. Esto ayuda a garantizar la coherencia, ya sea que haya un usuario diferente una hora más tarde o el mismo usuario al día siguiente. Esta consistencia no solo mejora la documentación de los exámenes, sino que también conducirá a un diagnóstico más confiable.
Los dispositivos de imagen se están volviendo más inteligentes, y con ellos, los médicos pueden ser más eficientes y confiados en la toma de decisiones, para que puedan dedicar más tiempo a centrarse en el paciente y menos en la máquina. Y si bien muchos de estos defectos de nacimiento no pueden prevenirse necesariamente, nuestra esperanza es que al detectarlos lo antes posible, podamos ayudar a obtener un mejor resultado para el paciente. 

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